Conceptos prestados de sabias culturas.
Según la cultura japonesa todos tenemos un ikigai, es decir, un propósito de vida o una actividad que nos hace muy felices y que al mismo tiempo contribuye con nuestra comunidad. Encontrarlo requiere iniciar un camino de auto observación que nos llevará al mejor de los premios: calidad de vida.
Algunas claves que pueden ayudarnos a encontrar nuestro ikigai
La felicidad de vivir siempre ocupado, en este caso se relaciona con la pasión, la motivación y una vida de actividad plena y consciente que nos hace sentir enérgicos.
El ser humano necesita un desafío por el que desplegar sus capacidades y crecer, elegir nuestras luchas e ir por ellas.
Un ikigai o propósito claro y definido, como una gran pasión que nos da satisfacción, felicidad y significado a nivel personal y comunitario para un sentido de trascendencia.
Detectar aquello que te hace fluir, con ganas y sin obstáculos internos, cabe preguntarse
¿Qué es lo que más me gusta hacer?
¿Qué actividades representan esos momentos más felices?
¿Cuándo pierdo la noción del tiempo?
Aunque no siempre sea fácil, transitar ese camino con entusiasmo puede guiarte hacia tu ikigai
Encontrar un propósito de vida y dedicarse a él implica armonizarlo con un estilo de vida que nos haga bien
En imágenes flores crisantemos japoneses, que en ese país se asocian a la longevidad, la alegría, el rejuvenecimiento y la vida eterna.
Ref. Cuerpomente.com, NatGeo, Domestika
Síguenos también en conSERvándonos en Momentos B
